miércoles, 10 de abril de 2024

Star Trek - Strange New Worlds 1x10: Una cualidad de piedad

"Star Trek: Nuevos y extraños mundos" (nombre dado en el doblaje que luego no se ha usado al lanzar la serie en España) en su primera temporada queda como una oportunidad auténticamente desperdiciada en la que, como comentaba Mike Stoklasa, todos los miembros del reparto se comportan como adolescentes, cometiendo una imprudencia tras otra y soltando "josswhedonismos" en cada frase. Tras un segundo episodio alucinante en el que directamente te venden el valor de la religión y la fe (?!), cagándose en todo lo que Star Trek ha representado jamás, la serie ha ido cuesta abajo y sin frenos con todo tipo de mensajes contradictorios y un reparto bastante anodino al que no ayuda un doblaje cutre que los hace casi indistinguibles. Spock está especialmente mal escrito, pero el actor hace lo que puede, igual que el siempre impecable Anson Mount como Pike.

El caso es que esta serie sigue a rajatabla los terribles preceptos que guían el nuevo Star Trek, conocido peyorativamente como "nuTrek" por los fans:

-Todo tiene que ser oscuro y peligroso, salvo en las naves en las que cuantas más lucecitas gratuitas pongas mejor, más "valores de producción".

-Los villanos tienen que ser malvados y peligrosos, sobreactuando y poco menos que comiendo niños. No basta con que sean alguien con sus propias motivaciones opuestas a las tuyas: tiene que quedar claro que son LOS MALOS.

-Hay que arreglar las cosas a disparos, a ser posible, o como minimo a hostias. En el capítulo de la epidemia en la Enterprise, la antipática en vez de decir "detente, te lo ordeno", directamente le pega un tiro (en modo aturdir).

-Deben violar las normas. Tienen una obsesión por violar las normas que no es ni normal, llegando a permear capítulos enteros como el del bingo de la Enterprise. Como no sé bien cómo se cuelgan vídeos aquí, dejo aquí un enlace a un vídeo muy curioso en el que los propios personajes parecen reflexionar sobre esa obsesión, pero a saber si cuando leas esto seguirá funcionando, porque el Tuiter de Elon Musk es básicamente un barril de pólvora junto a las Fallas de Valencia: https://twitter.com/Dandastur/status/1776310227207365000

-Lo primero de todo es la FAMILIA, como si fuera una vulgar película de Fast & Furious. Después de la decepcionante tercera temporada de "Picard" (yo fui uno de los pocos que no se tragó el camelo de que era "buena", o incluso "el final que TNG merecía", como se tragó el normalmente más crítico Stoklasa), montada en torno al insoportable hijo secreto de Picard sin ocultar sus evidente intenciones de darle una serie propia, el médico de la nave pone en peligro a todo el mundo para intentar salvar a su hija de una enfermedad rara, pero por suerte resuelven ese puñetero arco narrativo haciéndole un Wil Wheaton y la cría se va de aventuras a vivir su vida en otras dimensiones con un ser extraterrestre.


Pese a ello, la serie tiene cosas buenas, porque después de haber fracasado una temporada tras otra de las demás series del nuevo startrekverso, que son todas una puta mierda, en esta serie también decidieron incumplir las dos reglas más podridas del Abramsverso de Star Trek:

-Hay una "caja misteriosa" que promete una revelación increíble al espectador (en Picard 3, una puerta misteriosa que aparece en los sueños de Picard Jr.).

-¿Las cosas se hacían de un modo en el original? No pasa nada, nosotros vamos a hacerlas DE OTRO. Esto era un precepto expreso, como admitió el showrunner de Picard, Michael CHAMBÓN, al contar las insensatas imposiciones del narcisista Patrick Stewart.


Por eso, tras el desastre absoluto de "Star Trek: Picard", un absoluto ñordo vendido como serie de streaming, la CBS anunció que "Strange New Worlds" seria "una vuelta a los orígenes" y que abrazaría el espiritu de la serie original. Y no era una promesa vacía, se nota que lo intentaron, pero les cuesta sacudirse los tics del nuTrek y hay episodios especialmente malos, como el segundo (con un cometa que parece responder a un plan divino) y otro episodio especialmente cruento que copia a "Alien" (y ya de paso a "Aliens" y "La cosa", ¿por qué no?) con una falta de vergüenza impresionante. Pero esa actitud de "salimos al espacio a encontrar lo que sea" también sirve para una cosa crucial: intentar algo distinto en cada capítulo. Eso le da a la serie un necesario soplo de aire fresco y de esperanza de que la cosa mejore, y claro, al final logra remontar el vuelo. Y eso nos lleva al último episodio de la temporada, el primero en que al fin pasa algo con un mínimo de interés y que al fin retoma la trama principal nunca abrazada del triste destino inevitable del capitán Pike.

Resulta que el "destino evitable" del capitán Pike era evitable de un modo tan trivial como decirle a la gente que corría riesgo en el accidente "chicos, esto es muy peligroso, así que no os metáis en esta movida". Y esto provoca que tenga que recibir la visita de sí mismo desde el futuro (con una llegada especialmente mal doblada en castellano en la que no se nota que tenemos una segunda versión del personaje, lo comparé con el original y se ve que ni se molestaron en tratar de diferenciarlo, el actor español leyó las líneas y pista) para advertirle de la que se montará si cae en la tentación de intentar evitar el accidente. Como parece que verse a sí mismo más viejo no es bastante convincente, porque claro, alguien podría haberle echado drogas en el vermut, el Pike del futuro le saca un cristalito verde que le mostrará lo que pasa si lo toca (debe de estar untado de LSD... Ja, ja, no, ahora en serio, los espectadores de Star Trek Discovery saben de qué cristales hablamos), y entonces él lo toca y vive un futuro horrible como un turista sin implicarse realmente y sin tratar de evitarlo, sino como un mero espectador que quiere tomar nota de lo que pasará como testigo hasta el triste final.

El capítulo es bastante sólido en general, pero ahí  mismo podemos ver que la estructura no funciona dramaticamente por una simple decisión absurda. El Pike viejo debería haber venido diciendo "te traigo algo que le hará cambiar de opinión", SIN QUE SEPAMOS QUÉ ES, y entonces saltaríamos a siete años más adelante, en ese extraño futuro que sobreescribe el episodio del "Star Trek" original en el que se las ven contra romulanos, manteniendo muy bien elementos del original como el comandante romulano honorable y sensato en una cultura militarista desquiciada o la propia actitud de Spock, que sí actúa como en la serie original (mostrando que alguien en la serie, a nivel de guion, dirección o el propio actor, sí sabía lo que hacía). No sólo veríamos todo esto sino que lo viviríamos alucinados, pasarían cosas horribles (porque nada en el capítulo resulta especialmente horrible como suele pasar a veces al final de temporada, simplemente dicen que empieza una guerra que tendrá muchas víctimas en el futuro) y al final al presenciar el horrible destino de Spock se revelaría que todo eso era una visión provocada por el cristal que permite ver el futuro y respiraríamos aliviados. Vivir todo el episodio como un "flash forward" de un posible futuro revienta todo suspense, no hay nada en juego realmente porque es todo hipotético, y encima no se aprovecha la ocasión para darle peso dramático matando a algún miembro valioso del reparto para mostrar que, en efecto, ese futuro SÍ es horrible y hay que evitarlo a toda costa, siendo lo mas "dramático" que pasa en el episodio (aparte de ver a Ethan Peck con pegotes de látex verde en la cara) que al final detienen a una coprotagonista, algo de nulo peso dramático porque hasta el espectador más tonto se imagina que la van a soltar en la segunda temporada, porque la Federación no son los malos, no toma represalias contra nadie por el mero hecho de existir como si fuera un negro en EE. UU. o un gay en Rusia. Los responsables de la serie tienen este fallo de estructura tan de novato que lo he notado hasta yo que soy un zoquete y prefiero no pensar demasiado en los mecanismos narrativos, porque entonces no me implico emocionalmente. En serio, ese desliz de no tener no tener nada en juego haría llorar al niño Jesús y a cualquier guionista mínimamente experimentado, y por eso aunque el episodio en sí me ha dejado buena impresión, al pensar en él se me va deshilachando y empiezo a creer que quizá no era tan bueno como creía. En fin, si lo veo dentro de unos años supongo que revisaré mi opinión, o no. En este momento, esto es lo que pienso.


Bueno, y luego está Kirk. No Samuel Kirk, el imbécil del bigotito. Hablamos del puñetero James T. Kirk. Resulta que se atreven a sacarlo en este episodio. Peeeero no se parece absolutamente en nada en aspecto o en voz a William Shatner, el referente obvio, ni tan siquiera a Chris Pine. Más bien parece Jim Carrey haciendo de Kirk (y no soy el único que lo ha pensado, según compruebo en internet) en una elección extremadamente desafortunada, poniendo a un señor con unas cejas y boca de buzón inmensa que en determinados planos parece más un rústico gañán del campo que un carismático galán espacial.

Un error de casting lamentable

En fin, supongo que en estos tiempos es con lo que tenemos que consolarnos. Los buenos tiempos de "La nueva generación" ya no volverán jamás y hay que conformarse con la version menos mala del nuTrek. Ahora, a ver si es verdad lo que dice todo el mundo de que la segunda temporada está mejor.

Pero en serio, ¿a quién se le ocurrio poner a un Kirk que se parecía más a Pike que a Kirk?

Ser fan de Star Trek en el siglo XXI es sufrir una triste decepción tras otra. De verdad que las nuevas series de Star Trek no acaban de acertar en la diana, porque cuando podrían ser claramente mejores, con el poderío visual y el ritmo narrativo del lenguaje audiovisual actual, no consiguen llegar ni a la suela de las originales. Uf, imaginaos si con los medios modernos se pudiera hacer algo que además estuviera bien escrito. Ya no voy a hablar de la cagada de mandar a casa con un cheque y una patadita en el culo a Bryan Fuller y a Nicholas Meyer (el único hombre que ha hecho bien Star Trek en el cine) en vez de dejarles hacer Star Trek Discovery. Ahora mismo, imaginaos que contratasen a Ronald D. Moore en vez de tenerlo aparcado en Apple TV+ dándolo todo con "Para toda la humanidad", total, para que al final no la vea nadie porque ni cristo tiene esa plataforma. Sólo imaginadlo. Qué desgracia. ¡Menos mal que aún nos quedan las series antiguas!


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