lunes, 18 de agosto de 2014

Los últimos días: cagarla al final

"Los últimos días" empieza muy bien, va avanzando a paso firme y consiguiendo sortear el nulo carisma del protagonista acompañándolo de José Coronado, posiblemente uno de los mejores actores españoles actuales. Marta Etura también está muy bien, pero su personaje tiene poca entidad. Merece un papel mucho mejor, y espero que algún día lo encuentre.

Todo va bien, consiguen darle gran espectacularidad a la película con la gestión inteligente de recursos reducidos y todo funciona porque la continua huida hacia delante de los personajes impide que te pares a pensar en los posibles huecos de guión.

Pero, ah, llegamos a la escena del supermercado. Ahí todo se va literalmente a pique porque el protagonista (SPOILERS TOTALES) provoca una masacre y a continuación se pasea entre ella sin el menor remordimiento, como en una burbuja en la que nada le afecta física ni psicológicamente, y se pasea gritando el nombre de su novia sin sufrir ningún ataque. Se trata de un fallo triple: de guión, de dirección y de interpretación, pues el inútil protagonista vende peor su falta de reacción ante los acontecimientos que San José Coronado su nuevo ataque de bondad. Coronado, un tiburón del mundo empresarial supuestamente despiadado, resulta ser la persona más generosa y desprendida a lo largo de toda la película, y finalmente perdona a un chiquillo que lo apuñala como si fuera Nuestro Señor Jesucristo. ¡Porque hay que darle una oportunidad a los jóvenes! ¡Los jóvenes salvarán el mundo! ¡Sacrifiquémonos por ellos! (PRO TIP: si vas a atraer comparaciones con "Hijos de los hombres", que sepas que vas a perder SIEMPRE)

Y claro, (SIGUEN LOS SPOILERS) esa puñalada y la ridícula muerte de la amiga de la novia son el capricho de guionista imponiéndose a la progresión lógica, el "ahora toca que el protagonista se quede solo para que se encuentre con su novia y puedan reiniciar su vida en el Edén solitos como Adán y Eva", llega al punto de que el ginecólogo que tendría que estar allí no está (ni la enfermera, ni nadie: la novia ha sobrevivido SOLA en ese edificio tres meses) y el protagonista es quien tiene que ayudarla a dar a luz. Ah, qué bonita la simbología, qué muleta tan práctica para hacer las cosas. Y qué cagada de los hermanos Álex y David Pastor. ¿Quién de vosotros tuvo la idea? Con lo bien que ibais para cagarla en este tramo final. Podíais haber logrado un Día de la Bestia, y os habéis quedado con la Acción Mutante.


sábado, 12 de julio de 2014

Costas - Gijón 2014

Si habéis leído entradas anteriores de mi blog sabréis de mi admiración sin límites por Miguel Costas. ¿Para qué reiterar lo ya dicho? Ahora voy a abrirme a otras opiniones.

Un colega me dijo que iba a ver su actuación en la Semana Negra. Me preocupaba cuál podía ser su opinión porque esta persona es un intelectual muy exigente, que no se conforma con poco. Era fan de ST en los viejos tiempos, pero llevaba muchísimos años sin seguirle la pista a Costas. ¿Qué le parecería el concierto? Pues acabo de recibir su respuesta:

Ah, que te escribía porque acabo de ver a Costas: este tío era el que sabía hacer canciones (e himnos) en Siniestro. Vengo afónico. Y son tan buenas las que hace ahora como las míticas de entonces. Una banda solvente (no me quiero imaginar lo que sería con los Siniestro del 93, con Soto de guitarra solista, dos de ritmo y el pedazo de bajista que tenían entonces -y ya no tienen-). No suena a pose (como Julián Hernández, que suena a pose hasta en las entrevistas), ni a "vieja gloria" o autoparodia: este tío toca tal y como tocaba entonces, con honestidad y mucho sentido del humor. Además incluyó joyas del primer Lp, mi favorito... ¡hasta "Nocilla"!  
Ahora entiendo el bajonazo "inexplicable" de "Policlínico Miserable".

Pues lo dicho, y está muy claro. Y aunque ya tuve la ocasión de ver a la "Banda Turca" de Costas en Lugo hace unos años, lamento mucho la ocasión perdida de oír NOCILLA, ¡QUÉ MERENDILLA! en vivo.

martes, 15 de abril de 2014

El amor de una madre es para siempre

Un mero accidente puede crear un nuevo discurso inquietante. Veamos esta foto que tomé en un videoclub cercano a mi hotel de Barcelona en enero:



Guillermo del Toro presenta una liquidación de películas [porno] realmente aterradora. Y por último, el cartel nos recuerda que el amor de una madre es para siempre.

Gordo, ya sé que te encanta meternos miedo con tus películas, pero esta vez has ido demasiado lejos.