domingo, 11 de junio de 2017

Star Trek: La serie original: Capítulo 4

Continúo con mis observaciones sobre mi primer visionado de la serie original. El otro día veía el capítulo 3.

Este capítulo tiene otra combinación de "argumento robado de otra película + liberación de la personalidad reprimida". Esta vez, la película saqueada es "El enigma de otro mundo" (AKA "La cosa"), y así en un planeta helado vemos como una sangre está viva (vamos, igual que en cierta película con Kurt Russell y un cable al rojo vivo) y recorre un mueble hacia arriba para tocar la mano de no un camisa roja pero sí un "traje de protección chunguísimo rojo" que es tan rematadamente imbécil de quitarse el traje de protección para rascarse y empezar a tocar cosas en un lugar lleno de cadáveres muertos en circunstancias realmente incomprensibles. Vamos, es "demasiado tonto para vivir", estilo Prometheus, y por ello no lo lamentaremos cuando sea el único personaje del capítulo que muere para dar un poco de dramita. Luego las reglas cambian y la infección ya no va por sangre, sino por sudor. ¿En qué quedamos?

Lo bueno para la Enterprise es que este virus no convierte a los tripulantes en monstruos sino que simplemente los desinhibe, como si de una borrachera extrema (sin el daño fisiológico) se tratase (el propio guionista lo ha reconocido). La sensación que me da es que es una oportunidad perdida, y me choca que un salido como Roddenberry no consiguiera colar más de sus toques de obsesión sexual. Aquí el lápiz del censor tiene que haber acabado echando humo para que no se colase nada. (Lo que sí se coló es la querida de Roddenberry, a la que dio otro papel "importante" cuando meterla en el primer piloto no funcionó.) Lo más insinuante de todo el capítulo es el título, "The Naked Time" (El tiempo al desnudo), que en español se ha traducido de una forma muy pazguata a "Horas desesperadas".

En general me parece todo muy forzado. La forma de poner en peligro a la nave es ridícula: la primera persona infectada pierde las ganas de vivir estando inconsciente en la mesa de operaciones y sencillamente se muere sin motivo (?) y el segundo infectado decide que va a estrellar la nave encerrándose en la sala de máquinas mientras dice gilipolleces por megafonía (la irritación del capitán Kirk y Uhura es lo mejor del capítulo) y canta canciones irlandesas.

El capítulo no es que esté exactamente mal y tiene algunos elementos importantísimos (o no) para el devenir futuro de Star Trek como lo de que Spock puede dormir a la gente poniéndoles la mano encima (esto leo que ya había salido pero no me había fijado, no sé si es por el orden distinto de producción y emisión) y la revelación de que aunque Kirk está "comprometido" con su nave, en el fondo le gusta la buenorra oficial de la serie, aunque no sé si eso llevará a algo o no. Un momento, voy a documentarme... Ah, vale. A mitad de temporada la despidieron así que la cosa quedó en nada. Lo curioso es que luego el personaje (y actriz) reapareció en varias de las películas, pero no tengo absolutamente ningún recuerdo de ella. Curioso. Ah, y se me olvidaba... ese final totalmente WTF en el que descubren por accidente ¡cómo viajar hacia atrás en el tiempo! El capítulo acaba con la promesa de que se guardarán ese as en la manga para algún futuro aprieto, pero no sé si alguna vez llegaron a hacerlo... (¡Un momento! Acabo de consultar el libro de Cushman y al parecer el capítulo tenía una segunda parte que se recicló como un capítulo posterior de la primera temporada, pero la "ecuación" que se guardaban para viajar hacia atrás en el tiempo voluntariamente la usaron en otro capítulo de la segunda temporada.)

El capítulo tiene varias cosas memorables como Sulu sin camisa luciendo físico (es de suponer que sólo este capítulo le ayudó a multiplicar sus conquistas, y seguramente por ello George Takei considere este capítulo su favorito. Es posible que el "¿Te vienes al gimnasio?" que dice fuera idea suya más que del guionista) y otras que podrían haberlo sido como... ¡¿Spock llorando?! Pero Nimoy lo hace de una forma tan poco convincente que el director opta sabiamente por rodar esa crisis emocional de Spock principalmente en un plano general muy lejano al actor.

Leo que es un capítulo clásico muy querido, pero para mí se queda simplemente en un "ta bien"...