jueves, 28 de agosto de 2008

Fox vigila a los vigilantes

En alguna parte (=Northampton), Alan Moore da saltos de alegría.

Ahora en serio: la opción de adaptar Watchmen ha pasado por Paramount, Warner... ¿y Fox? ¿Qué mangoneo ha hecho DC con los derechos? No me extraña que Moore esté mosqueado con lo que han hecho con su obra.

Que nadie que espere la película se preocupe excesivamente. Seguramente lleguen a un acuerdo económico y punto. Las majors funcionan así.

sábado, 23 de agosto de 2008

La niebla (2007)


La gente asustada acudirá a quien les prometa una solución.


Cuando hablo de "La niebla", no me refiero a la película de John Carpenter, ni a su innecesario "remake" protagonizado por yogurines, sino a la modesta película en la que Frank Darabont adapta una vez más una historia de Stephen King intentando recuperar la química que hizo de "Cadena perpetua" un clásico moderno.

La película empieza con escenas de naturalismo costumbrista que siguen la típica estrategia de mostrar una vida normal con la que el espectador pueda identificarse para así crear un contraste más brutal con los momentos más terribles (lo que funcionó muy bien en "Funny Games"). Pero Darabont no trata simplemente de maximizar el efecto de las escenas terroríficas. Al igual que sus anteriores películas eran fábulas sobre la integridad con uno mismo, con una cierta añoranza del pasado en el sentido más americano, "La Niebla" presenta escondido a simple vista un mensaje apocalíptico que permite interpretar de otra forma lo que vemos.

Un pueblo sufre una tormenta brutal. Al día siguiente, el protagonista va con su hijo al supermercado, cuando una nube oscura supuestamente letal les rodea. El referente visual de la película es más que evidente para cualquiera que haya visto las imágenes rodadas desde la calle el 11 de septiembre en Nueva York. Momentos antes, hemos podido ver el primer plano de una anciana que critica que se gaste tan poco dinero en educación y tanto "en sobornos y bombas". También hay por allí militares, y una repulsiva fanática religiosa con perpetua mueca de superioridad. ¿Hace falta que siga? Darabont está realizando una radiografía de la Norteamérica moderna cuyo rostro tan bien conocemos. Cuando a continuación un paleto reprocha al protagonista que éste se crea muy importante por sus estudios y por su relación con las grandes ciudades del país, y trata de solucionar un problema secundario mandando a morir sin necesidad a un joven, vemos que el guionista-director está presentando una caricatura (¿o debería decir retrato?) tomado del natural del típico estadounidense de a pie, militarista e irracional, que pretende solucionarlo todo a golpe de ejército y de orgullo patrio. Todo esto se presenta de una forma muy poco sutil, y sin embargo las críticas no han reparado en este evidente subtexto, quizás porque Darabont no ha sacado a nadie en la pantalla con una gabardina de la Gestapo.

La metáfora es clara: hay una amenaza exterior, y en el interior no se sabe cómo afrontarla, empeorando el problema por pura cabezonería y desorganización. Los personajes representan distintos grupos de la sociedad americana, subrayando la división entre los burgueses de las ciudades de la costa y el núcleo de "basura blanca" con complejo de inferioridad... pero todo ello queda enterrado porque se trata simplemente de una adaptación de un relato escrito por Stephen King hace 30 años. Formalmente, estamos ante una película de serie "B", rodada con cuatro duros a toda prisa (se avecinaba una huelga que paralizó Hollywood) y con actores de segunda fila, pero terrorífica, fiel a sí misma y tras la que se nota la mano de alguien con perspectiva de narrador y cosas que contar. Espero que esta obra sea el comienzo de la recuperación de Frank Darabont, y que nos siga ofreciendo películas con tanta miga.

sábado, 16 de agosto de 2008

Los señores del acero

Acabo de ver por primera vez "Los señores del acero", una de las películas del tándem creativo Verhoeven-Soeteman, y que presenta los rasgos típicos del cine de estos dos creadores. En primer término está una vez más la mujer rubísima y fuerte que sabe salvar el tipo con su inteligencia y armas de seducción en un entorno hostil y tumultuoso.

Vista esta película 20 años después, me ha sorprendido que lo que suele describirse como el "realismo sucio" de Verhoeven no es tal, quizá porque a estas alturas las características pinceladas... perdón, brochazos de sexo y violencia verhoevianos ya no sorprenden a nadie, pero sobre todo porque la película realiza abundantes incursiones la lógica de dibujos animados, con personajes que sobreviven a caídas brutales, que lanzan un objeto clave en el sitio apropiado en el momento justo al primer intento (excepto cuando la trama necesita que fallen), que construyen invenciones tremendas como del TBO en un tiempo récord... Y eso sin contar con la compresión temporal de una infección digna de las continuaciones de "Alien" que hace que los síntomas de la etapa terminal de una enfermedad aparezcan inmediatamente cuando es necesario para la historia.

Secundarios inmensos como Brion James y Simón Andreu aparecen contratados para no hacer nada, y hacerlo bien. Uno de ellos muere en una imagen como de San Sebastián (aunque con lanzas en lugar de saetas) y el otro se autoempala con su espada cuando su camarada/novio muere (¡qué raro para Verhoeven no mostrar de forma más explícita esta relación!).

Se respiran los aires de "final de una época" como los del "Grupo Salvaje". La superstición funciona de forma muy real durante toda la película, dirigiendo la trama con gestos de Dios, pero en último término esta banda de bribones tiene que desaparecer porque ya no hay sitio para ellos, ante el avance imparable de los nuevos tiempos de racionalidad.

La mujer tiene que decidirse entre dos amores, el macho portador de fuerza que es el dueño del presente, y el chico cargado de inteligencia que tiene la llave del futuro. Ella quisiera quedarse con los dos, pero al final toma una decisión inevitable.

Con todo lo que hemos pasado, y tras ver morir a unos personajes que ya se han hecho entrañables, el final es sorprendentemente ligero, lleno de ganas de vivir. Los que han dejado a sus amigos caídos atrás sonríen porque siguen aquí, y el Héroe se aleja con paso ligero y animado como el de un excursionista que ya ha visto todo lo que hay que ver en un lugar y piensa hacer autoestop hasta la próxima ciudad.

domingo, 3 de agosto de 2008

¿Quién vigila al que vigila a los vigilantes?

Cuando todavía falta casi un año para su estreno, ya hay trailer en español de "Watchmen", la película basada en "el mejor cómic sobre superhéroes de todos los tiempos". El proyecto pasó por las manos de Terry Gilliam, Darren Aronofsky, Paul Greengrass y finalmente Zack Snyder, director que sabe cómo se rueda una película pero que todavía no ha demostrado saber dotarla de un contenido a la altura de su estética.

En este momento no voy a entrar en especulaciones sobre si la película va a hacer justicia al cómic y va a romper la racha de adaptaciones catastróficas de las obras de Alan Moore, pero la verdad es que el cásting me hace temblar, no por la cantidad de caras desconocidas sino por lo insulso de éstas, con actores tirando a jovencitos en papeles clave que parecen más apropiados para el piloto de una nueva serie de Joss Whedon que para interpretar a unos veteranos de mil escaramuzas que ya están de vuelta de todo.

Como narrador del trailer se puede oír a Eduardo Jover, un doblador de Madrid que no ha hecho papeles demasiado importantes desde hace veinte años (dobló las primeras películas de Tom Cruise), lo que me hace sospechar que la distribuidora en España no da dos duros por la peli y la va a utilizar sólo como forma de sacarle más dinero a los fans que sin duda tendrá la nueva película de Batman, ansiosos de recibir otra dosis de "películas realistas/siniestras de superhéroes". En los próximos meses veremos lo que ocurre.