miércoles, 20 de noviembre de 2019

DAME BESOS. EH, BE MAD (La película de Julio Medem que nunca existió)

El otro día, una chica a la que aprecio me inspiró el argumento de una película apócrifa de Medem. A ver qué os parece.

Se llamaría "Dame besos. Eh, be mad!", que es un título que no tiene ningún sentido hasta que te das cuenta de que es un palíndromo, momento en el que pasa a ser simplemente un título malo.

Va de una chica de 33 años llamada Madam (todo es simétrico en su vida) que de pronto conoce a un hombre llamado Adam (que es casi como su nombre, pero le falta una letra para ser también simétrico). Este hombre le rompe todos los esquemas porque a todo lo que hace le falta el principio o el final. Nunca lleva las cosas a su final lógico. Siempre que se colocan en una situación en la que él sólo tendría que besarla para sellar su historia de amor, él es tan despistado, tan cobarde o tan desafortunado que la deja una y otra vez con las ganas.

Finalmente, el día que Madam va a cumplir 34 y se ha jurado a sí misma que no quiere saber más de él, Adam la despierta poco antes del amanecer tirando piedrecitas a su ventana. Ella cree que es una señal de que ha llegado el momento, pero Adam dice que si no ha sido capaz en todo ese tiempo de dar comienzo a su historia de amor, su obligación es ponerle final. Así que Adam se despide de ella y se va en el autobús 313...

Adam se queda dormido. Tiene un hermoso sueño en el que Madam y él vuelan juntos cogidos de la mano. Y resulta que el 313 es un autobús que recorre una línea circular, así que al despertarse desorientado y bajarse, Adam vuelve a encontrarse delante de casa de Madam.

Esta vez, Adam entra en el portal y...

miércoles, 26 de junio de 2019

198X, una experiencia auténtica de una década

Esta es mi reseña con motivo de la publicación en Steam de este extraño híbrido de película de animación con un videojuego. Será una de las breves ocasiones en que os encontréis algo que se puede describir de forma precisa como "una película con fases jugables".

Resultado de imagen de 198x

"198X" es especial. Para empezar, no me atrevería a llamarlo "juego", sino más bien "experiencia interactiva". Lo que te encuentras en realidad es una especie de cortometraje melancólico que de vez en cuando te permite jugar a una fase de un arcade como los de los años 80.

Nuestra partida empieza fuerte, con una recreación impecable de "Final Fight" (aunque lo suficientemente cambiado para no violar su copyright), sin excesiva dificultad (puedes usar "continues"), pero cuando vamos a acabar la fase, la cámara se aleja como si el juego en realidad no fuera importante (porque en realidad no lo es). Y ahí es donde empieza la historia.

En las escenas no interactivas vemos con un pixel art precioso a una chica andrógina que vive en las afueras de una ciudad en la más absoluta mediocridad. El efecto es extraño, porque a la vez ese ambiente tan apagado y que no pase absolutamente nada nos hace comprender el agobio vital de la protagonista, pero a la vez la absoluta maestría de los grafistas y la música nos hace comprender también que fue una época mágica e irrepetible. Una ciudad exageradamente futurista se alza sobre este barrio residencial como un monstruo de videojuego. A continuación, la protagonista descubre un salón recreativo que la hipnotiza, y pasamos al segundo juego, un clon de "R-Type" (el shoot'em up prototípico). Nuevamente, es una única fase bastante fácil (o al menos se vuelve fácil al darte cuenta de que cualquier nave enemiga, por fuerte que parezca, caerá enseguida si dejamos pulsado el botón y usamos el disparo cargado).

Tras otra escena no interactiva que reincide en lo mismo, en el vacío de su vida adolescente, se produce un cameo del Coche Fantástico (de perfil, para que no resulte excesivamente obvio) y pasamos al tercer minijuego, un clon de "Out Run" perfectamente funcional y no excesivamente difícil, aunque la dirección está un poco dura y a veces para intentar esquivar un choque hay que frenar bastante. Nuevamente, la dificultad no es excesiva y pude llegar al punto de control final sin que se agotara el tiempo. Al final, recibes una extensión de tiempo enorme para poder seguir oyendo la narración completa de la protagonista (totalmente en inglés sin subtítulos, lo que es un obstáculo para los jugadores hispanoparlantes, aunque tampoco importa excesivamente al no haber una trama propiamente dicha más allá de reiterar el tedio en que vive el personaje). Esta última sección ya está diseñada para que se te acabe el tiempo cuando termina la narración.

Nueva escena interactiva: vemos una melancólica escena de la protagonista desayunando con su madre y más imágenes del barrio. "198X" juega a una sola nota: la melancolía del mundo real y la excitación de los videojuegos. Y hasta ahora ha reflejado perfectamente lo que los hace especiales recreando con toda fidelidad tres de los mejores títulos de la época.

Y aquí es donde el juego resbala y se cae al suelo.

El siguiente minijuego resulta desconcertante. Esta vez no es un clon, sino un minijuego original que parece tomar algunos elementos de Shinobi (especialmente en la fase en la que caes eliminando enemigos) y me imagino que otros juegos de ninjas que no conozco. Pero el juego resulta un patinazo total, porque no tiene nada que ver con los años 80: es un "runner" en el que el scroll avanza constantemente hacia la derecha mientras matas enemigos a espadazos y esquivas obstáculos. Aparte de no ser nada ochentero, este minijuego peca de errores de diseño graves como incluir obstáculos que te quitan todas las vidas de un solo toque, y en vez de dejarlo en algo corto pero placentero como los demás minijuegos, se empeñan en alargar la peor parte de "198X" con diferencia en una, dos, tres, ¿cuatro? ¿CINCO fases? ¿Una batalla con un jefe gigante que no puedes eliminar, sólo esquivar?

¿Por qué alargaron la peor parte del juego? ¿Se ilusionaron demasiado con la única parte jugable que habían creado ellos sin ser un facsímil de algo existente? ¿Fue una estratagema mal concebida y mal ejecutada para tratar de alargar el juego y que llegase al menos a las dos horas a partir de las que ya no se puede devolver el juego? No sé, pero fue un error inmenso. Si las reseñas de Steam fueran algo más que "positivo" y "negativo", esta parte haría perder uno o dos puntos a la nota final.

Llega una nueva escena con una narración de añoranza de la infancia, de cómo puedes simplemente perder el tiempo junto a tu familia. Es algo que los jugadores que nos hemos hecho mayores podemos entender perfectamente. La narración termina así: "Aquel día, en el salón recreativo, todo cambió."

El último juego se supone que es otro arcade, pero realmente lo que nos encontramos viene a ser un juego de ordenador, un RPG de tipo "dungeon crawler" en un mapa cuadriculado en primera persona, que mezcla incongruentemente la estética de muy baja definición de los ordenadores antiguos para los mapas y la interfaz con enemigos muy detallados de 16 bits ya prácticamente noventeros. Esta parte está razonablemente diseñada (hay menos de media docena de enemigos, cada tipo vulnerable a uno de tus tres ataques posibles, y también puedes curarte completamente una vez por combate), pero en el juego se va infiltrando lentamente una historia de tensión doméstica a través de la voz electrónica del juego. Al final nos encontramos un enemigo final claramente basado en la villana de cierta famosa serie de "simuladores inmersivos" de ciberpunk para PC, pero cuyo nombre lo identifica como un miembro de la familia de la protagonista.

Y aquí se acaba esta experiencia. Que nuevamente no me atrevo a llamar "juego" (igual que hay gente que no se atreve a llamar juegos a los "walking simulators" o las aventuras de objetos ocultos), porque básicamente lo que tenemos aquí es una hermosa película breve de estética pixel art con interrupciones jugables, que evoca perfectamente una época y un estado de ánimo, pero donde no hay tampoco mucho que hacer en la parte interactiva, ni casi rejugabilidad más allá de algunos logros de esos de "jugar muy bien" y acabar fases sin que te toquen un pelo. Recomiendo "198X", sobre todo cuando esté de oferta, si te atrae la estética y te parece que es una experiencia que puedas disfrutar, pero sabiendo que hace falta un ánimo receptivo para el ritmo lento de sus escenas narrativas y que va a ser breve. También juega a su favor que la experiencia que presenta de los años 80 es bastante auténtica, lejos de imposturas que los presentan de una forma demasiado distorsionada. El juego acaba con "Continuará...", así que supone que habrá una segunda parte. Tengo ganas de ver lo que hacen, y ojalá consigan mantener los puntos fuertes, que son excelentes, y limar los defectos.