lunes, 10 de marzo de 2025

WYRMHALL: Cepillar y charlar

Es muy fácil que Wyrmhall: Brush and Banter se os pase totalmente desapercibido. Y sería una pena, porque es una pequeña joya.

Este juego no intenta ser perfecto y al hacerlo resulta ser grande pese a su brevedad

El planteamiento del juego no parece muy ambicioso. Eres una pequeña goblin a la que le encargan ocuparse de un kiosko de limpieza de objetos mágicos en la plaza del pueblo durante una semana y parece que no vamos a vivir nada excepcional, dado que (spoilers) todo el juego transcurre para nosotros dentro del kiosko y nuestra perspectiva viene a ser un poco como la de "Papers Please", aunque sin tener para nada el nivel de estrés de aquel juego, donde sufrías unos límites de tiempo implacables. Aquí cada objeto que te traen supone un reto distinto, pero sólo en dos momentos tienes prisa: cuando un personaje te pone como límite para limpiar el objeto un minuto y cuando un competidor te reta a limpiar tu objeto antes que él el suyo. Por lo demás, es un juego relajado y superamable en el que incluso cuando algunos objetos peligrosos pueden provocar tu muerte basta con dar a un botón para volver a intentarlo sin mayores consecuencias.

Ni la muerte es definitiva en este juego.

No hay ninguna presión, y además debido a lo bien escrito que está el juego, con un tono siempre desenfadado e imaginativo, incluso los personajes potencialmente odiosos acaban resultando entrañables y apenas un mero fastidio pasajero para la protagonista.


Aunque parece que no hay nada en juego, iremos viendo que hay un misterioso plan maligno que podría afectar a todo Wyrmhall, aunque nuevamente con ese tono de fantasía infantil que hace del juego tan agradable. Al final de tu aventura tendrás que tomar una decisión de la que dependerá tu destino y que variará según los personajes a los que hayas ido ayudando durante el juego. No esperaba que todo fuera a ponerse tan serio de pronto, y sea cual sea el final que escojas, que te ofrecerá distintos dioramas presentando el destino elegido mientras suena una melodía hermosísima, el juego consigue tener impacto emocional y ganarse tu cariño con su sentido de la maravilla.

¿Era esto lo que querías?

A nivel mecánico, el juego es muy sencillo: tienes que limpiar el objeto que te presenten los pintorescos personajes que se acercarán rotándolo en tres dimensiones para ver los distintos tipos de suciedad y eliminarlos con la herramienta adecuada (que en muchos casos puedes identificar por tener el mismo color que la suciedad). Si el objeto tiene unos bultitos naranjas, usarás el cepillo naranja. Si son unos hierbajos verdes, usarás el trapo verde. Si son unos bichitos azules, los guardarás en una bolsa azul, y así. También tienes una lupa mágica para ver bichos invisibles y posteriormente obtendrás unas tenazas para quitar babosas y una daga para quitar grandes bolas endurecidas de mugre. Cuando limpias todo, el objeto brilla un instante para avisarte que no sigas y que ya puedes hacer sonar la campanita que indica que ya has acabado la limpieza y que el cliente puede recoger el objeto y pagarte echando fichas en un bote (que más bien parece de propinas). Hay algunos casos en los que si no limpias con mucha precisión puedes activar una trampa en el objeto con un desenlace fatal, y eso puede llevarte a la pantalla de intentarlo de nuevo o a una cinemática en la que el fracaso se incorpora a la historia.


No sé, hay veces en las que te lanzas a probar un juego sin esperar nada especial y al final eso es justo lo que te encuentras, un viaje especial. Wyrmhall es una experiencia breve (en mi caso, tres horas y media antes de iniciar la segunda vuelta para completar los logros) pero memorable que entra directamente entre mis juegos favoritos de este año, y espero volver a jugar pronto la semana completa de juego para hacerme con un par de logros que no conseguí el primer día y también el del final malo al que te lleva tomar una serie de malas decisiones al no ayudar o responder groseramente a los clientes. No perdáis de vista este juego, en el que el único defecto que le encuentro es que no hayan incluido una traducción al español, y espero que si algún día lo hacen mantenga el tono coloquial tan simpático del original.


Wyrmhall: Brush and Banter ya está disponible en Steam.