sábado, 20 de enero de 2018

Star Trek - La serie original: tanda de capítulos 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16 a.k.a. ADIÓS A LA RUBIA

Sigo con mi primer visionado de la serie original, continuando desde aquí. Como se puede intuir por el número de capítulos comentados esta vez, las cosas se han acelerado. Porque, según va mejorando la serie, mi hijo ya no ve la serie con cierta curiosidad sino con gran interés, y es él quien me pide verla y poner un capítulo más en cuanto acaba el que veíamos. Como ahora comentamos nada menos que SEIS capítulos de una tacada, es obvio que voy a pasar muy por encima de ellos. Y en cierto sentido es una pena, porque...

Ahora es cuando la serie se vuelve realmente buena.


10: La daga de la mente: Cuando están de paso en un planeta penal, un perturbado se sube a la nave. Pero ¿quizá no esté tan perturbado como parece? El capítulo es interesante porque ya está por fin instalada la dinámica entre los tres protagonistas, y es McCoy el que mueve el asunto hacia delante cuando utiliza una aplicación estricta del reglamento para forzar al crédulo Kirk a investigar todo el asunto. Durante toda la mitad del capítulo Kirk aparece como sometido a la autoridad de un gran doctor que ha revolucionado los procedimientos penales, con lo que ni se plantea que pueda haber juego sucio hasta que está metido de lleno en el berenjenal. Antes de bajar al planeta, sus compañeros (ahora no recuerdo si McCoy o Spock) le trollean haciéndole ir con una chica con la que ha tenido un acercamiento amoroso en una fiesta reciente, y que se porta como una cría pequeña, haciendo el ridículo cada vez que abre la boca en el planeta [Leo en el libro de Cushman que iba a ser la rubia, la asistente Rand, pero luego cambiaron de idea.]. Bueno, Kirk tampoco queda muy bien metiéndose en la boca del lobo, y cometiendo el acto increíblemente estúpido de sentarse en la máquina de control mental, hasta que de pronto su heroísmo y su fuerza de voluntad ÉPICA le permiten resistir lo irresistible.

El capítulo es emocionante porque está bien escrito: hay un misterio que el espectador va adivinando poco a poco y a la vez que los personajes. Mi queja recurrente con capítulos anteriores es que enseguida era evidente lo que pasaba para el espectador, pero los personajes seguían haciendo el tonto ignorando las pruebas que tenían delante. En general es un buen capítulo, aunque al final quedan demasiadas preguntas sin responder. ¿Cómo un genio humanista se convierte en un profesor loco de peli de serie B? Con Koby lo aceptamos, pero aquí cuesta más. Y, sobre todo, el final queda forzado. "Se murió de soledad." Sí, hombre.

Spock también usa por primera vez su poder de fusión mental, aunque dice que es "algo muy privado" de los vulcanianos para justificar que no se use a la ligera en futuros capítulos.

Descubro asombrado que el actor que hace del tipo mayor que se escapa aterrorizado a la Enterprise ¡sólo tenía cuarenta años! Y que poco después hizo del muy amenazador vigilante callado de las gafas de espejo en "La leyenda del indomable". ¡Eso es tener registro!

Por último: cuando el guionista Shimon Wincelberg se enteró de que Roddenberry había reescrito su guión mucho más de lo necesario, le mandó a paseo y mandó retirar su nombre de los créditos, sustituyéndolo por "S. Bar-David".


11. Las maniobras de la carbomita AKA "La maniobra de la corbomita". El primer título es la incorrecta traducción del capítulo en el título, aunque luego en el capítulo lo dicen bien. Este capítulo es realmente emocionante, con un aparente alienígena desconcertante que es seguido por otro alienígena aún más desconcertante si cabe (el pobre Clint Howard, el actor más feo del mundo, que de niño era aún más horrendo si cabe). Este es un capítulo "de puente", de lo que para mí era Star Trek tras ver las películas, de intriga ante un enemigo demasiado poderoso viendo si la inteligencia táctica de Kirk podrá con la amenaza que tienen delante.

El final es un poco WTF porque un personaje que había estado dando la paliza en todo el capítulo (portándose un poco patéticamente, como la chica que bajó con Kirk en el capítulo anterior) de pronto acepta una propuesta muy radical así por las buenas (spoiler: quedarse unos años aprendiendo con "el maestro Yoda" en una nave en la que tiene que estar todo el rato agachado para no darse con el techo).

El capítulo está muy bien, aunque no sé si al final todo el asunto tenía sentido. ¿Qué habría pasado si Kirk no hubiera sido listo cuando tocaba? ¿Les hubieran destruido o no? ¿De qué va el alienígena feo ese?

Notas tras leer a Cushman: Roddenberry quería que este capítulo fuera el primero en emitirse, pero los efectos especiales no acababan de estar listos y lo fueron posponiendo más y más. La dirección es obra del eficaz Joseph Sargent, que fue quien propuso poner a Uhura en vez de un hombre blanco como oficial de comunicaciones. Bien por él.


12. La colección de fieras 1: El capítulo es apasionante, porque Spock no se porta como Spock, empieza a hacer locuras, a ejecutar un plan que resulta en la práctica un acto de alta traición. ¿Qué está pasando? Es entonces cuando descubrimos lo que está pasando, porque en una pantalla (de una forma un poco difícil de justificar, la verdad) empezamos a ver el primer piloto. Sí, esto es realmente el "episodio de clips" más apasionante que haya visto nunca. Un diez por reciclar el piloto no usado para convertirlo en "canon" y transformar un telefilme inerte en algo apasionante. Destaca sobre todo la caracterización del pobre Pike, usando un extra random que es convertido de forma convincente en un mutilado, con otro de esos maquillajes que son a la vez (en serio) terroríficos e hilarantes, como el del vampiro chupasales de uno de los primeros capítulos. Esta hilaridad latente la recogió muy bien un capítulo de Futurama en el que hubo un homenaje a esta caracterización.

Pero no es Pike, ¿eh? Fijaos, tiene la cicatriz en el otro lado de la cara.


13. La colección de fieras 2: Aquí el capítulo pierde el ímpetu porque se limita a ser un extendido consejo de guerra contra Spock en el que cada vez que toca la interrupción publicitaria de rigor buscan alguna excusa dramática para dejar de ver el vídeo y luego siguen como si nada. Al final hacen un recorte tirando a ingenioso para que el final del piloto no sea un flashback sino lo que está sucediendo en ese momento, pero queda muy precipitado en el episodio: Pike-ruedas sale por la puerta y a los cinco segundos exactos vemos a Pike-ilusión en el planeta. ¡Pero si Spock no ha tenido ni tiempo a acabar de empujarlo por el pasillo! Ese fallo de ritmo y el final un poco injustificado de "no pasa nada, esta conspiración no es para tanto, nadie quiere ninguna explicación de Spock" hace que se rasque uno la cabeza, salvo que esté absorbido por el final, que no es el caso porque al conocer el piloto lo que estoy es admirando el ingenio de Roddenberry para llenar dos semanas de programación con el material que tenía ya rodado. Buen trabajo, Gene.


Como curiosidad, os pongo al Pike real y al Pike fake. En mi opinión, Sean Kenney se parecía más a Jeffrey Hunter SIN el maquillaje de uva pasa que le pusieron.

14. La conciencia del rey: Aquí la cosa se pone peliaguda. El capítulo va sobre KODOS (no, nada de chistes de los Simpson, por favor), un genocida que en teoría se quemó (como cierto dictador austriaco, hum...) pero que según un amigo de Kirk ahora se hace pasar por un actor que va por la galaxia representando a Shakespeare. Aquí los paralelismos con los nazis saltan a la cara del espectador inmediatamente, y la serie no es demasiado sutil ocultándolo (diría que no querían ocultarlo en absoluto, como "V, los visitantes"), aunque se le añade otro nivel dando al menos cierta justificación pragmática a sus actor, haciendo que obrase por su visión retorcida del bien común. Bueno, esto también es discutible, porque ahí es donde los personajes dejan caer que su decisión estuvo guiada sobre todo por su interés en la... ojo, ahí va la palabra que suelta el capítulo: EUGENESIA. Las cartas sobre la mesa. Para acabar de ser sutiles, la hija del sospechoso de ser Kodos es una rubia de ojos casi azules (creo que son verdes), con una cara muy germánica, y que al final parece estar incluso más perturbada que su padre, que parece simplemente una persona pragmática que es consciente de las implicaciones de sus actos.

El capítulo no acaba de gustarme porque resulta algo farragoso y tiene demasiados cabos sueltos. Kirk no aparece como el líder claro de capítulos anteriores sino que no tiene muy claro lo que hacer, tratando de buscar otros testigos para no tomar él la decisión de si se trata de Kodos o no. Y cuando al fin tiene lugar la confrontación final, la cosa deriva en parlamentos shakesperianos que no llegan a mí como espectador, al menos en la versión doblada al castellano, y la cosa se enfanga apagando mi interés, rematando todo encima con un final demasiado melodramático, y que además choca porque ya hemos visto que los fasers dejan  unos agujeros impresionantes, y sin embargo aquí un disparo a quemarropa mata sin causar ningún tipo de daños. El capítulo está bien a nivel conceptual pero no tengo muchas ganas de verlo completo  otra vez. El punto fuerte es la presencia del actor shakesperiano... hasta que abre la boca. Bueno, y también tendríamos que hablar de la escena del envenenamiento, aunque mejor no lo haré. Sólo pondré esta imagen:

Un envenenamiento superfuturista, con el limpiacristales de la limpiadora del estudio.

Al rodar este capítulo también resultó evidente para la rubia que la estaban echando de la serie, porque no rodaron su gran escena "por falta de tiempo" y luego no la dejaron salir como público en la escena de la representación  teatral final pese a que le iban a pagar su participación de todas formas. Sólo rodó una breve aparición en una escena sabiendo ya que se iban a librar de ella. Esto le sentó mal, muy mal, y en los años setenta su carrera y su vida personal descarrilaron. Citando a Cushman, "Alcoholism and sex addiction contributed to a further downward slide in her career and personal life" (aunque en los ochenta se recuperó). Otro personaje que no volvió fue el teniente Riley, pues su intérprete abandonó la actuación poco después.


15. El equilibrio del terror: Aquí es donde la serie se gana el cielo. Este capítulo encarna totalmente lo que llamamos Star Trek, lo que había visto en las películas. Este es un capítulo "de puente" hasta las últimas consecuencias, con Kirk dando órdenes para tratar de ser más inteligente que un adversario formidable. Aquí es donde salen los romulanos, que sorprendentemente resultan ser... la versión espartana de cierta especie que ya conocemos. Este capítulo es una mini-película y no sobra nada, incluyendo una boda inicial que enlaza dramáticamente con el final del capítulo. Es un capítulo muy emocionante y que representa lo que hoy día muchos buscan en una ficción espacial, ya sea Babylon 5 o Battlestar Galactica.

El capítulo además tiene fuertes connotaciones de Guerra Fría y tensión con el bloque comunista (la zona desmilitarizada en la que el enemigo realiza incursiones se basa en la de Vietnam), pero el concepto no pesa más que la estructura del guión, como sí pasó en el anterior capítulo del nazi fugado. Crea la tensión adecuada para justificar la situación en la que se encuentran.

Quizá lo único casposo es que cuando estallan las "cargas de profundidad" en torno a la nave enemiga, del techo cae TIERRA. ¡Qué cutre!

Creo que no voy a comentar nada más. Este capítulo mola muchísimo, y ya está. Y el antagonista es memorable. Hay que verlo.

Nota tras leer a Cushman: Al parecer este capítulo, como tantos otros de la serie, es un remake disimulado de otra cosa, en este caso la película de Dick Powell con Robert Mitchum "Duelo en el  Atlántico norte" (1957). Desde el primer momento, los responsables de la serie se dieron cuenta de que el guión de Paul Schneider era estupendo y el único problema fue hacer que resultase barato de filmar, aunque por supuesto Roddenberry tuvo que reescribirlo todo con sus manazas e incluir una escena en la que Kirk en privado está lleno de dudas y quiere huir de la responsabilidad, como aquellas escenas de Pike con el oficial médico que hicieron que la gente no simpatizase con el capitán del primer piloto.


16. El permiso: Este capítulo empieza a tope, pues pasan cosas totalmente injustificables y grotescas, incluido un conejo gigante de peluche. ¿Qué demonios está pasando aquí? (La cadena exigió quitar todas esas bizarradas, pero Roddenberry se olvidó de avisar a Coon y se rodó lo del conejo antes de que pudieran reescribir el guión para quitarle sucesos fantásticos.) Lo mejor del capítulo es que por una vez está todo rodado en un amplio espacio natural de verdad y no en un decorado con tres árboles de cartón, y vaya cómo luce. Una vez que se revela lo que pasa, todo el misterio se esfuma volando, pues pasa simplemente que (spoiler) han caído en una versión galáctica del Mundo Futuro de Crichton. El capítulo resulta tremendamente incómodo por su misoginia, pues las mujeres en ese planeta están tratadas como mercancía y todos los personajes lo aceptan tranquilamente, incluido McCoy que acaba flanqueado por dos conejitas prácticamente de Playboy (lo que resulta más chungo dado que se supone que la que le gustaba era la asistente que le acompaña en el capítulo), y Kirk se va todo feliz a pasar un tiempo de recreo ¿sexual? ¿emocional? con una mujer que no existe.

Star Trek, una serie seria basada en las ideas.

Además, en este capítulo tiene un peso importante una "asistente" morena que sustituye de forma total a la rubia, y el peso de su personaje, con el mismo cargo que la otra, indica claramente que el capítulo había sido creado para la rubia y luego hicieron un corta-pega de nombres para encajar a calzador a la morena (y confirmo leyendo a Cushman que así fue), que tampoco llegó lejos en la serie (parece que parte del plan para animar la serie era introducir una variedad de chicas guapas para mantener la atención del espectador).

El tema de la rubia: La asistente Janice Rand (la rubia, vamos) había sido metida en la serie como tía buena oficial, y así se le dio bombo en la prensa, tratando de alentar una tensión sexual con Kirk. Pero claro, esa tensión sexual realmente no funcionaba, y la tía en realidad no tenía cara de tía buena sino más de señora mayor, con todos los respetos (y eso sin contar el mal envejecer que tuvo, pues en sólo 15 años ya parecía una anciana en su cameo en la primera película). El caso es que algún ejecutivo decidió librarse de ella (la actriz comentó en alguna ocasión que fue la mano negra de alguien por el que se dejó violar para mantener su trabajo, consiguiendo paradójicamente lo contrario) pero como tenía contrato para al menos la mitad de la temporada, en la mayoría de estos capítulos que he comentado la pobre mujer aparece literalmente para ¡servirle la comida a Kirk! y otras apariciones modestas por la Enterprise cumpliendo su trabajo. Fue un final bastante ignominioso para su trabajo en Star Trek, aunque el personaje tampoco creo que diera para mucho más. Yo me atrevería a decir que nadie ha estado nunca interesado en el lado romántico de la serie, pero seguramente me equivoque.

Bueno, pero estaba hablando de "El permiso"... Pues eso, que este planeta es (spoilers de nuevo) como un precursor de "WestWorld" y del holodeck de TNG, y que está lleno de cosas chungas, que no sé si vienen de Sturgeon (el guionista acreditado), de Coon (el que adaptó el guión original para hacerlo rodable) o de Roddenberry (que reescribió el guión a toda prisa durante el rodaje).

Sturgeon también firmaría el primer capítulo de la segunda temporada, con Spock más salido que una cornisa necesitando volver a su planeta para aparearse, lo que le otorga la curiosa especialización de ser el guionista de los capítulos en los que la tripulación se toma unas vacaciones para meterla.

Pese a mis reticencias, este capítulo también es considerado "de los buenos", pero sospecho que se debe a la gran factura que otorgan los exteriores y la sucesión de eventos WTF que hacen que no encaje en el molde más rutinario del resto de la serie.

17. Los siete de Galileo. No, un momento, la entrada está quedando larga. Dejemos este para la siguiente tanda.

En resumen, la serie ha entrado en racha, y me muero de ganas de ver más capítulos y entrar en la segunda temporada, en la que sé que ocurrirán cosas gloriosas.

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