lunes, 29 de mayo de 2017

Star Trek La serie original: capítulo 3

Continúo con el visionado de esta serie clásica. Ayer habíamos visto el capítulo 2.

Para empezar, quiero compartir con vosotros la buena noticia de que ahora puedo ver Star Trek en Netflix con audio o subtítulos españoles, gracias a la inestimable ayuda prestada por un hilo de Forocoches. Por otro lado...

¿Dónde puedo ver esas otras series de las que no me ha hablado nadie?

No me andaré con rodeos: este es el primer capítulo que no me ha convencido. Mientras que en los otros había algún momento plomizo y algunos clichés que sobraban, aquí ya hubo momentos en los que me dije "esto no se sostiene, es mala televisión". El guión tiene vacilaciones y contradicciones (¿fruto de reescrituras febriles del capo Roddenberry? Al ver en los créditos finales que el guión estaba firmado por la legendaria DC Fontana pensé "¿no se suponía que esa mujer sabía lo que hacía?") y la dirección de Lawrence Dobkin (un actor reconvertido a director que a duras penas completó el rodaje, con retraso y que nunca más fue contratado para dirigir más capítulos) es muy tosca y muestra fallos de continuidad y saltos continuos e injustificados de plano general a primer plano que resultan mareantes. Además, el recurso de poner iluminación dramática sobre la cara del personaje va volviéndose cada vez más molesto, hasta que al final del capítulo se le va de las manos y abandona cualquier pretensión de realismo.

El director se ha dejado la sutileza en el otro pantalón.

Marc Cushman llama a "Charlie X" "un capítulo casi perfecto", y supongo que tiene muy buena consideración entre los trekkies, pese a que en su estreno tal como anticipó uno de los productores, la audiencia se les fue marchando al cabo de un rato. A mí me parece un espanto, basado en una "idea de Gene Roddenberry" plagiadísima a Rod Serling y que encima repite de mala manera el argumento del segundo piloto de tener a un imbécil superpoderoso suelto por la nave haciendo de las suyas (sólo que cambiando su defecto de carácter de arrogancia a inmadurez).

El capítulo empieza con la gente de otra nave que se trae a un chico que vivió solo muchos años con una raza extraterrestre superpoderosa. Se saludan con la mano blanda (¿Sigue existiendo el apretón de manos en el futuro? Yo creo que en la realidad lo van a erradicar por culpa de Trump.), Kirk saluda de mala gana al chaval y seguidamente LE DA LA ESPALDA, mostrando un absoluto desprecio por su parte o quizá una decisión directorial dudosa. Después de recoger su macuto el chaval vuelve a ponerse a la espalda de Kirk, así que supongo que el mensaje es que es culpa del chaval por no intentar integrarse. Tanto los de la otra nave como Kirk se dan el piro lo más rápido que pueden, básicamente dejando suelto por ahí a un tipo con el careto y la actitud de Norman Bates.

Anda, chaval, piérdete, que estamos hablando los mayores.

El chico es feo y cabezón, pero tiene 17 años y por tanto tiene las hormonas en ebullición. El tío se queda pillado con la tía buena oficial de la serie, la rubia ayudante Rand, y trata de conquistarla con previsible torpeza. La rubia trata de librarse de él echándoselo a otra chica (con la excusa de que es más joven) o de hacerle entrar en razón con argumentos de quien ha tenido que aguantar pesados, señal clara de que la guionista es una mujer, pero nada, así que al final cede y lo invita a ir a la cantina a la hora de descanso. Este se marcha mostrando su entusiasmo... dándole una palmada en el culo. ¿Eso lo aprendió con los alienígenas que le criaron o Roddenberry sugiere que es algo innato?

En el puente se discute qué hacer con el chiquillo, y emerge un tema del episodio... A Kirk se le exige que haga de padre, pero evade la responsabilidad continuamente, no quiere ni oír hablar de eso, ni mucho menos explicarle... eso... ya sabéis... lo de... las flores y abejas (caray, cuánto pudor hay en el futuro para hablar de SEXO, parece un capítulo de la tele generalista de los años sesenta)... hasta que ya no hay más remedio, y lo asume con cierta torpeza que veremos luego.

Ahora pasamos a la cantina, donde Uhura sigue tirándole un poco los tejos a Spock y este, que tiene que ser siempre el más guay, toca un arpa futurista. Uhura empieza a cantar sobre la música de Spock unas frases improvisadas sobre lo mojabragas que es el vulcaniano, y el resultado es el delirio más atonal que hayáis podido oír en vuestra vida.

En ese momento entra en la cantina el chaval, y Uhura pasa de hablar de Spock a reírse del adolescente. Este se va cabreando, y al final hace una mueca (el gesto oficial de usar sus poderes en un pronto es poner los ojos en blanco) y "casualmente" en ese momento Uhura tiene problemas de voz. El espectador inteligente ya sabe lo que pasa: el chaval tiene los superpoderes de la raza que le cuidó. Y el espectador con referencias también entiende en este momento que el capítulo está plagi... inspirado en el famoso capítulo del maizal de "The Twilight Zone", sólo que con un personaje ya en la pubertad y en el espacio.

El capítulo sigue avanzando y el chiquillo va mostrando más gestos de lo peligroso que es, incluyendo reventar las piezas del ajedrez tridimensional cuando pierde ante Spock y sobre todo el comentario chunguísimo que hace anticipando la destrucción de la nave de los que le trajeron. Y este capítulo no es de esos en los que los personajes (o al menos alguno de ellos) demuestran su gran inteligencia y empiezan a sospechar a partir de los indicios clarísimos que se presentan, sino que no acaban de enterarse de la fiesta. Kirk debe de pensar que el "quillo" habrá quemado las piezas con un mechero y decide que una forma de que descargue agresividad es llevarlo al gimnasio y pegarse con él. Y, peor aún, quiere enseñarle cosas que quizá un chico sensible como él no debería ver.

Si Kirk os viene con esa cara y dice eso, desconfiad.

Ah, pero además resulta que no se van a poner a luchar directamente. Como requisito previo, Kirk EXIGE que el chaval aprenda primero a caer. La escena es hilarante porque detiene un rato la acción para mostrar las gestas atléticas de William Shatner (que consisten en caer sobre una colchoneta y dar una voltereta lateral) mientras viste un indescriptible pantalón ceñido que marca lo marcable (porque este capítulo no se atreve a hablar de sexo pero sí a mostrarlo).

Y bien adelante que lo lleva.

El chaval hace el ridículo, y un compañero de gimnasio empieza a reírse de él. El chaval se lo toma tan a mal que lo desintegra. Antes de que puedan actuar contra él, el mocoso hace desaparecer la pistola de los tripulantes que venían a reducirle... y de paso todas las armas de la nave. Y ahí ya por fin Kirk se entera de la movida, y como ya sabemos que el problema no es que sean tontos sino que no sospechaban del chaval, como en el capítulo de ayer del mímico, inmediatamente trazan un plan de acción y lo ejecutan impecablemente...

Tan impecable como esta voltereta. La figurante se ríe de lo mismo que yo, del gimnasio bizarro 60s.

...sólo que eso no es lo que pasa. Los protagonistas no dejan de hacer el imbécil en lo que resta de capítulo, malgastando una y otra vez sus cada vez menores posibilidades de frenar de forma eficaz al chaval. Kirk aún mantiene la suficiente autoridad para que el chaval no lo mate a él, pero mientras tanto el chico se va paseando por la nave y comportando como un chico malcriado, convirtiendo sin provocación a la chica que le intentaron presentar en una iguana (?!) y cosas así, cebándose especialmente contra las mujeres (a una chica joven y guapa la convierte en una vieja decrépita, y a otra LE BORRA LA CARA, ofreciendo una imagen grotesca de refilón que quizá sea lo más interesante del capítulo). Incluso acaba aniquilando en una turbadora escena de proto-violación a la ayudante Rand, una de las protagonistas, y ya pensamos que estamos entrando en el terreno sin retorno de Battlestar Galactica (la nueva), pero no, tienen que añadir una frase de pegote para decir que no, que a lo mejor sólo la ha hecho invisible.

Sin embargo Kirk malgasta esas oportunidades de pararle los pies al chico y en vez de matarlo de forma fulminante ejecutan un torpísimo plan que consiste en ENCERRARLE. A un tío que transmuta y desintegra la materia. Es totalmente ridículo, pero ahí está, lo meten en una celda con una puerta de energía, a lo que el chaval responde simplemente desintegrando la pared, como es lógico. A partir de ahí ya están perdidos.

Y bien perdidos que están. Porque aunque discuten qué hacer, Kirk muestra una falta absoluta de carácter no tomando las decisiones adecuadas con el que es básicamente un dios destructor al que tenía que haberle roto la cabeza con un ladrillo cuando aún tuvo oportunidad. Es un absoluto callejón sin salida, y aquí sólo un astuto plan contra ese ser poderoso pero de mente claramente inmadura podrá salvarles. Sólo que ese superplan en realidad es un enfoque de fuerza bruta: tratar de obligar a que el chaval fuerce los límites del poder que ejerce para controlar la nave la nave activando todos los controles a la vez sin orden ni concierto y rezar para que (dejando a un lado que la nave explote o no) cuando el mocoso esté agotado de controlar la nave en vez de cabrearse y mandarlos a todos a la nada, no sé, se quede frito él. Lo intentan y por supuesto fallan, así que se puede decir que en unos segundos estarán más muertos que Dillinger, o mejor dicho más desaparecidos que Hoffa...

Y en ese momento, DEUS EX MACHINA. Aparece el careto flotante tintado de verde de un señor viejo diciendo que es de la raza de los semidioses y que vienen a llevarse al mocoso porque obviamente es un peligro. Y ahí Kirk, mostrando la hipocresía absoluta de los guionistas, o quizá la de Kirk intentando quedar bien al saber que no aceptarán, parece tragarse las disculpas para nada sinceras del cabezón, que simplemente está aterrado de volver a un sitio donde no le dejan hacer su santa voluntad, y dice que lo dejen allí en la nave donde ha estado jugando al "No tengo boca y debo gritar" con tripulantes aleatorios, que le enseñarán a ser buena persona (lo que ha quedado claro al 160% que es imposible). Pero estos hombres sabios dicen que no, que se lo llevan, no sin antes decir que aunque ya es tarde para los de la otra nave (son camisas rojas... bueno, llevaban uniformes beis, pero ya sabéis, no cuentan), que dejan todo lo de la Enterprise genial, como estaba antes, o sea que volvieron las pistolas, el risueño desintegrado del gimnasio, la chica que se había vuelto iguana, la juventud de la otra chica, la cara de la otra... y como gesto de tender la mano al espectador gilipollas y al pajero a la vez (¿para qué le tiendes la mano? La suya ya está ocupada), se ilustra este detalle haciendo aparecer a la rubia ayudante Rand con el camisón que llevaba cuando la desintegraron en su cuarto pero EN MEDIO DEL PUENTE, para que quede clarito que está viva, ¿eh? Joder, qué capítulo tan malo.



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