domingo, 13 de julio de 2008

Otra utilidad de Youtube

Escribo esto sólo para jugadores de videojuegos. Si no estáis "en la secta", no sigáis leyendo o fliparéis con eso de matar niñitas y creeréis que soy un psicópata.

El otro día acabé "Bioshock" jugando limpio, sin caer en el infanticidio. Como había oído a alguien decir "yo sólo me cargué una niña al principio y me salió el final malo", dejé una partida guardada antes de la última Hermanita y volví a ese punto para acabar el juego con el otro final.

¡Qué error! Al parecer, para ver el final malo hay que matar a la primera Hermanita... o si no tomas esa decisión al principio, cargarte a dos de las siguientes niñas. Como no tenía una partida guardada en un lugar adecuado, decidí hacer otra cosa: ver el final alternativo en Youtube.

¡Qué fácil ha resultado! Esta opción nos quita el placer de "optar por un camino", pero reconozcámoslo: no nos sobra tanto el tiempo y hay muchos juegos "frescos" esperando. Recuerdo el placer/irritación de re-jugar la última parte de Deus Ex (y su continuación) apoyando a cada uno de los tres bandos para ver qué estropicios distintos se montaban al final, y hace apenas un mes me molesté en ver los dos finales del interesante "True Crime New York", de lo que me alegro pues el desenlace oscuro del poli corrupto está rematado con una cita al inicio del juego que cerraba el juego de una forma más cinematográfica.

Pero esto es pura pereza. Esta tarde he descubierto que se puede usar Youtube "en defensa propia": para acceder al final de esos juegos que NUNCA conseguí ver por mucho que lo intenté. Estoy hablando de esos juegos que se volvían demasiado difíciles, en los que a veces ni siquiera podía pasar de la primera pantalla. Con lo mucho que critico la "tontificación actual" de los juegos que casi puede jugar hasta tu abuela, la verdad es que era una sensación muy desagradable gastarte tus ahorros en un juego para llegar a casa y descubrir que era completamente injugable.

Por eso, ahora contemplo con curiosidad y una cierta estupefacción ver que hay gente tan sacrificada que cuelga en Youtube vídeos en los que se acaba todas las entregas de "The Last Ninja", a veces jugando a un mismo juego en versiones de varios ordenadores. Y, aunque hayan pasado 15 años y no se puede pedir más de aquella época, la verdad es que miro los vídeos y me doy cuenta de que a veces es cierto: había que "estar allí" para comprender el encanto de estos juegos, de su repetitividad, de sus puzzles absurdos y sin pistas, de lo duros que podían resultar.

Aunque esto me podría causar un aluvión de críticas (esto es, si alguien leyera este blog), tengo que meter en este saco a esa "joya" de la que se habla normalmente con tono reverencial, y que es calificada regularmente como "la cumbre del videojuego español". Pues sí, hablo de "La Abadía del Crimen". Admito que en cuanto a diseño y realización esta obra estaba a años luz del resto de juegos "de tiros y saltitos", pero hay que admitir que tampoco es que fuera divertidísimo, y yo creo que en general el 90% de los mortales no creo que llegase muy lejos. Vamos, que no era para tanto. Y es que era demasiado difícil. Y no lo digo como alguien al que le ha estropeado el gusto el abuso de juegos nintendificados: es que ya entonces lo pensaba. Empezaba a jugar, luchando con los (lentos) controles para seguir al abad, y el tío no aguantaba que me quedase dos metros por detrás de él: el indicador de paciencia bajaba. Luego, acudía a las citas obligatorias (comedor y misa), y veía cómo el abad se seguía cabreando porque no me situaba justo sobre el píxel que el juego quería... aunque nadie me dijera cuál era mi sitio. Así, y por mucha voluntad que le ponía, jamás conseguí superar el primer día de la historia.

Y es que, hay que admitirlo, el juego era imposible de acabar sin solución, y con esto no me refiero sólo a tener a tu lado un ejemplar de Microhobby/Micromanía diciéndote lo que había que hacer en plan vagoneta: en el juego es imposible adaptarte dinámicamente a los acontecimientos y buscar sobre la marcha una estrategia para acabar el juego con éxito. Ni siquiera había tiempo de sobra para explorar libremente el monasterio, pues a los pocos minutos te llamaban para ir a comer o a misa, y al desperdiciar una jornada sin hacer ciertas cosas (que tampoco estaba muy claro cuáles eran) ya no se podía acabar el juego. Vamos, que de alguna forma tenías que enterarte de lo que había que hacer y luego intentarlo en la siguiente partida. Y para más inri, con toda la complejidad de la historia, y salvo por la prolija introducción, el texto que realmente se veía en pantalla no llegaría a cubrir un folio a una cara (supongo que los que más lo apreciaron era gente que conocía el libro/la película y que rellenaron los huecos mentalmente). Vamos, que al final más que jugar estás tratando de hacer a ciegas una reconstrucción pieza a pieza del puzzle que te había puesto el creador del juego.

Así y todo, "La Abadía del Crimen", aún siendo tan inaccesible, es una creación ambiciosa y fascinante. Por eso, y dado que sé que nunca tendré la paciencia para enfrentarme a él, agradezco que alguien haya puesto en internet los vídeos con la solución del juego.

Espero que nadie se enfade por criticar a alguien que no puede defenderse, el justamente admirado y tristemente malogrado Paco Menéndez, pero un gran diseño no es lo mismo que un gran juego, igual que un excelente guión no garantiza una excelente película. Y un ejemplo claro es el caso de Hideo Kojima, al que nadie consideraría hoy un genio si su "Metal Gear Solid" no hubiera arrasado en la Playstation. ¿Por qué todo el mundo respeta el MGS, pero nadie juega nunca al Metal Gear 2 de MSX, cuando resulta que éste es exactamente el mismo juego, sólo que en 2D y más tosco? Pues eso.


P.D. Si queréis encontrar vídeos de gente acabándose juegos clásicos, buscad en Youtube la palabra "longplay" junto con el nombre del juego. Hay algunos usuarios que están especializados en ello.

3 comentarios:

Paco Fox dijo...

A mí me llovieron leches por criticar la dificultad de ciertos juegos de Spectrum, pero con 'La abadía del crímen' tuve más miedo que si me hubiera planteado meterme con el Corán.

Danda dijo...

Claro, porque vosotros tenéis un blog con muchos visitantes y algunos tienen poco aguante (jolín con aquel nacionalista que se picó con lo de los reyes gallegos).
Yo más o menos disfruto de tener un rinconcito privado desde el que soltar parrafadas sin tener que preocuparme de ser políticamente correcto o esas cosas.

Bueno, no... la verdad es que aunque tuviera diez millones de lectores, puedo ser muy abrasivo y lanzarme contra vacas sagradas si estoy convencido de lo que digo... como es el caso.

Danda dijo...

Y por cierto, gracias por dejar el primer comentario de este blog. Yo preferiría no tenerlos moderados, pero es que he tenido problemas con el spam en otro blog y no sé cómo se borran en Blogger.