miércoles, 16 de julio de 2008

Más nostalgia 8 bits: AMC

Uno de los impulsos naturales del ser humano es querer ser rico y famoso. Supongo que es otra faceta del instinto de supervivencia: el que más destaca, más oportunidades tiene de pillar cacho. Pero hoy en día ser famoso es un pequeño infierno, porque las rémoras conocidas como "los paparazzi" se te pegan como una lapa aunque seas una celebridad de tercera fila, esperando a pillarte magreando a tu novia o simplemente rascándote los huevos.

Supongo que por eso cualquiera con dos dedos de frente sabe que la fama sin dinero es lo peor que existe (si renuncias a la vida normal, que sea al menos por algo). Sin embargo, también es verdad que cuando haces algo, esperas que reciba un reconocimiento. Quieras que no, te gustaría que alguien lo supiera. Y sin embargo, pueden pasar muchos años sin que nadie preste atención a lo que has hecho, y claro, tú tampoco puedes levantar la voz porque entonces demostrarías ser un poquito megalómano y vanidoso. Pero es que si no, ¿quién lo va a hacer?

Y claro, así han pasado 20 años sin que nadie le haya prestado la atención que merece a una maravilla del videojuego español como es "Astro Marine Corps". Esta pequeña joya era una especie de versión muy libre de "Contra" virtuosa técnicamente y con un sentido del humor negrísimo pero desternillante, con "one-liners" sublimes y algunas de las mejores muertes jamás vistas en un videojuego.

Dos décadas. Un juego que salió en 1989 me imagino que para cubrir un hueco en la numerosa producción anual de Dinamic (al fin y al cabo, no era un título de los hermanos Ruiz), y que aún hoy soy capaz de jugar con la sonrisa en la boca. Y ahora es cuando me da por pensar que de su autor, Pablo Ariza, nunca más se supo. Alguien capaz de hacer el guión, la programación y los gráficos (¡ahí es nada!), dejando sólo la excelente música en manos de Jose A. Martín, desapareció completamente del mapa. Y claro, yo tampoco es que quiera que escriba sus memorias como Bruce Campbell, pero al menos me gustaría saber si ha hecho algo más que merezca la pena en todos estos años.

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